Ahorrar dinero e invertirlo es la clave para ir haciendo crecer poco a poco tu colchón económico. Ese que te permitirá disfrutar de una buena jubilación, e incluso retirarte antes de tiempo si organizas bien tus finanzas. Pero ya sabes que cuanto más ganas, más impuestos tienes que pagar, así que no está de más tener claro qué es la planificación fiscal y cómo puede ayudarte a alcanzar tus objetivos de ahorro.
Qué es la planificación fiscal
Es una estrategia centrada en minimizar el impacto de la carga tributaria sobre los ahorros.
Dicho de otro modo, su objetivo es que pagues la menor cantidad posible de impuestos por ese dinero que estás ahorrando y el que estás ganando a base de invertir y también con tu trabajo.
Planificar es anticiparse al pago de los tributos que están por llegar y tomar decisiones estratégicas que ayuden a reducir la carga fiscal.
Todo ello desde un punto de vista totalmente legal. No se debe confundir la planeación fiscal financiera, que es totalmente legal, con acciones ilegales como la evasión fiscal o el fraude de ley.
Para qué sirve la planificación fiscal y cuál es su objetivo
El objetivo principal es conseguir una tributación que sea lo más beneficiosa posible para el contribuyente,
ya sea este un particular o una empresa. Esto se puede conseguir de tres formas diferentes.
Diferir el pago de los tributos
Implica dejar para más tarde el pago de impuestos.
Es lo que ocurre, por ejemplo, en el caso del ahorro llevado a cabo a través de un plan de pensiones. El titular de un producto de este tipo no paga por la rentabilidad que ha obtenido hasta que no llega el momento de retirar el dinero.
Ahorro fiscal
Es la máxima expresión de una tributación beneficiosa para el contribuyente, porque implica pagar menos impuestos.
Esto se consigue en aquellos casos en los que es posible aplicar ciertas deducciones que disminuyen la carga impositiva.
Gestión del riesgo fiscal
La planificación fiscal también debe tener en cuenta que con el paso del tiempo es posible que haya cambios en la normativa tributaria.
Variaciones que podrían resultar favorables o no para el contribuyente. Por tanto, hay que estar preparados.
Cómo realizar la planificación fiscal correctamente
Conocer muy bien los impuestos
El primer paso para hacer una buena planificación a nivel fiscal es conocer qué impuestos hay que pagar y que bonificaciones fiscales están disponibles.
En el caso de los particulares
hay que prestar especial atención al IRPF, al impuesto sobre el Patrimonio y el impuesto de Sucesiones y Donaciones. Tratándose de autónomos y empresas
adquiere una importancia fundamental el IVA, y el impuesto de Sociedades en el caso de las empresas.
Cuanto mejor se conozcan los impuestos y la normativa que les es aplicable, mejores decisiones se pueden tomar
para conseguir una tributación más beneficiosa.
Confiar en especialistas
La legislación tributaria española es bastante compleja y extensa.
Además, no existe una buena educación financiera y fiscal, por lo que la mayoría de las personas no tienen del todo claro qué impuestos tienen que pagar y si pueden aplicarse alguna deducción.
Por eso, en la mayoría de los casos
es mejor dejar esta tarea en manos de especialistas
que puedan conseguir declaraciones de impuestos que sean lo más beneficiosas posibles para sus clientes.
Sabiendo qué es la planificación fiscal comprobarás que puede llevar al ahorro de cientos y hasta miles de euros cada año.
Un dinero que puedes seguir aprovechando para invertir y hacer crecer tu colchón económico. Y lo mejor es que este tipo de planificación está al alcance de cualquiera, anímate a probar sus beneficios.